Una obra de arte es capaz de transportarnos a espacios donde se mezclan utopía, realidad, emoción o fantasía. El sitio idóneo desde el que abordar conversaciones complejas en las que no hay blanco o negro, sino toda una gama infinita de grises.

En los últimos años, cada vez más artistas han entrado en el debate global del cambio climático y la sostenibilidad a través de su trabajo. Comparten su mirada con nosotros, permitiéndonos usar su obra como instrumento para construir un debate en diferentes ámbitos, entre ellos en el de la educación.

Olafur Eliasson: Ice Watch, 2014

La trayectoria de este artista islandés está vinculada a la naturaleza desde hace ya varios años. El reloj de hielo, construido con fragmentos de icebergs y colocado en la mítica Place du Panthéon de París con motivo de la COP21 es una bellísima metáfora sobre la urgencia de actuar sobre el cambio climático.

En la web de su estudio explica el cómo se hizo y muestra más ejemplos de obras relacionadas.

Olafur Eliasson. Ice Watch

Nick Brandt, Inherit the dust, 2011

Las imágenes que Brandt- fotógrafo británico especialista en animales salvajes- crea, permanecen para siempre en la retina de quien las ve.

En la serie Inherit the dust sitúa paneles a tamaño real de grandes mamíferos a los que fotografió en su hábitat natural, años antes. Esos mismos lugares han sido arrasados por el hombre y donde había sabana vemos ahora vertederos, fábricas o zonas marginales de megaciudades.

Nick Brandt, Inherit the dust, 2011

Cortesía del artista

La visión de este artista puede parecer terriblemente pesimista, pero no ha perdido la esperanza. Es co-fundador de la Big Life Foundation, organización que forma a los masais para proteger a los grandes mamíferos africanos de la caza furtiva.

Yao Lu, The beauty of Kunming, 2010

El título de esta obra de Yao Lu es una paradoja que se puede extrapolar a toda la imagen. Lo que en principio nos parece un bucólico paisaje, en una segunda mirada se nos muestra lo que realmente es: plástico, suciedad y humo.

Yao Lu_The Beauty of Kunming_Courtesy of Galerie du Monde and the Artist

Courtesy of Galerie du Monde and artist Yao Lu

La trepidante urbanización de China y la construcción de urbes donde sólo el cemento tiene cabida, son una constante en la producción de este artista chino. Yao Lu toma prestada la estética de la pintura tradicional de su país para crear estos poderosísimos paisajes apocalípticos que nos hacen reflexionar sobre el verdadero coste de la modernización y del sistema económico actual.

Agnes Denes, Living Pyramid, 2015

Pionera del Land Art, esta artista lleva reivindicando la cuestión medioambiental en sus piezas e instalaciones desde los años 60.

Su obra más icónica es el trigal que plantó en pleno centro de la ciudad de Nueva York. Wheat field: A confrontation fue una brillante manera de denunciar las políticas alimenticias de la época y el olvido del hambre o de los problemas ecológicos.

Más recientemente, con 83 años, ha realizado Living Pyramid, una pirámide de jardines colgantes instalado en el Socrates Sculpture Park de Nueva York.

Agnes Denes, ‘The Living Pyramid,’ 2015, Image courtesy the Artist and Socrates Sculpture Park.’

Agnes Denes, ‘The Living Pyramid,’ 2015, Image courtesy the Artist and Socrates Sculpture Park.’

Dina Goldstein, Snowy, 2010

¿Qué ocurre con Blancanieves, Cenicienta o la Sirenita cuando acaba el cuento? ¿qué hay después del “y vivieron felices para siempre”? Con estas preguntas en mente, la fotógrafa americana crea una serie titulada “Fallen princesses”.

Dina Goldstein, Snowy, 2010

Cortesía de la artista

Especialmente reveladora es la obra “Snowy”. La inteligentísima composición, disposición de vestuario, mobiliario y personajes hace que esta imagen contenga muchas lecturas, todas ellas encaminadas a denunciar la condición de desigualdad femenina. Porque no olvidemos que un mundo sostenible, ha de ser, por supuesto, un mundo en el que todos tengamos los mismos derechos y oportunidades.

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